Medio Ambiente

Ruta del Puente de Mocarra en Espiel

Ruta del Puente de Mocarra en Espiel

Descripción de la ruta del Puente de Mocarra en Espiel incluido en el proyecto Paisaje con historia

Características de la ruta

DificultadFácil
Distancia4,4km
InterésEtnográfico/Natural/Histórico/Paisajístico
TipologíaRecorrido lineal
Inicio en núcleo urbanoNo

La ruta

La ruta comienza en el Albergue de Espiel, construido en la antigua nave de ganados de la estación de la línea ferroviaria Córdoba – Almorchón. Desde este punto, dejando a la izquierda las vías del ferrocarril, llegamos hasta carretera CO-4400.

Llegados a este punto, transitando por ésta y atravesando el puente sobre el río Guadiato, llegaremos al camino de los Molinos. El resto de la ruta discurre en su totalidad por este camino, hasta llegar al puente de Mocarra, situado sobre el arroyo de los Molinos.

Junto al punto de partida se encuentra un mirador estelar que posee la certificación de destino turístico Starlight. Junto a él, en un pinar, está el Parque Multiaventura y un área de autocaravanas. El trayecto por esta ruta permite una visión de conjunto de la Sierra del Castillo y del río Guadiato, a sus pies, que aguas abajo forma el embalse de Puente Nuevo, junto al cual se situaba la central térmica de Puente Nuevo, que aprovechaba el carbón de la cuenca del Guadiato y que fue clausurada en 2020.

El arroyo de los Molinos es el afluente del Guadiato que presenta un mayor caudal, lo que propició que a lo largo de su cauce se construyeran varios molinos harineros, que datan de los siglos XVIII y XIX.

La Sierra del Castillo es una zona en la que se asentaron varias culturas a lo largo de la historia, como lo demuestran las pinturas rupestres, los restos de un castillo musulmán.

En la actualidad esta sierra se ha convertido en un lugar al que acuden escaladores de toda España, pues es una de las zonas con mayor concentración de vías de escalada para todos los niveles.

No podemos olvidar los valores naturales de la ruta, que discurre en parte del trayecto por zonas de monte bajo y bosque de ribera.

Los molinos harineros

En el curso bajo del arroyo de los Molinos, existieron cuatro molinos harineros que aprovechaban el gran caudal de uno de los mayores afluentes del río Guadiato. Este hecho, contribuyó a que su antiguo topónimo de arroyo de Marimiguel diese paso, a partir del siglo XVIII, al actual de arroyo de los Molinos.

A lo largo de la ruta son visibles los restos de dos de ellos: uno justo en el meandro donde nos encontramos y otro al final del trayecto, junto al puente de Mocarra. Al molino se le añadía en ocasiones construcciones aledañas: casa del molinero, horno de pan, establos, etc.

El funcionamiento básico era similar en todos: se desviaba el agua del arroyo o río por una estructura llamada caz, hasta una balsa junto al molino o bien hasta un depósito o cubo. El agua entraba desde el cubo o balsa a la parte inferior del molino o cárcavo (un molino podía tener uno o varios cárcavos). En él hacía girar una rueda motriz horizontal o rodezno, y salía del cárcavo por el socaz.

El giro del rodezno se regulaba mediante el llamado alivio o puente, que se manejaba desde la sala de molienda; subiéndolo o bajándolo se podía modificar, a su vez, la fricción de las piedras de moler. La paradera permitía regular el caudal que entraba al cárcavo procedente del cubo.

Las piedras de moler eran dos: una fija o solera y otra movida por un eje unido al rodezno: la volandera o rodadera. El grano se echaba en la tolva y desde ella iba cayendo a las piedras de moler por la canaleja. Generalmente, para evitar que la harina se dispersara, ambas piedras se protegían por el guardapolvo. La harina ya molida era recogida en el harnero.

Aprovechando el flujo del agua por el caz, se podía construir, en los laterales del mismo, pilas para lavar la ropa. También, en ocasiones, los molineros aprovechaban los aliviaderos del caz para instalar trasmallos, que servían para capturar los peces que entraban procedentes del cauce.

El puente de Mocarra

Estamos en el Puente de Mocarra, situado junto a uno de los molinos del arroyo de los Molinos. Este molino estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX y junto con el puente constituyen sin duda una de las estampas más pintorescas de Espiel.

Las obras del puente comenzaron en 1748, con una inversión de “dos zientos y beinte y ocho reales de vellón. Al año siguiente hay otra partida de quinientos y diez y ocho relaes de vellón que se gastaron así: Catorze peones que se le pagan a Bartolomé de los Cobos que asistió a dicha obra, nuebe a Pedro Delgado, zinco a Miguel Balero, ocho a Andrés García, quattro a Lorenxo López, vezinos de esta villa a ttres relaes cada peón que importtan zientto y veinte relaes; A Franzisco de Arebalo, carpintero, de quattro días a componer la cinbraa quattro relaes cada día que acen diez y seis reales de vellón. A Chrisxogono Maiorgas, carpintero, ottro día, zinco relaes de vellón A Manuel Anttonio, maestro albañil, por nuebe dias a zinco relaes de vellón y medio de cada día que acen por maior quarentta y nuebe reales y medio.A Sebastián de Sepúlveda y su oficial por cattorce días a nuebe relaes y medio en cad un día importtan ciento y ttreinta y ttres relaes de vellón. Los serones para conduzir la cal y demás matteriales, sogas, clabos para asegurar la cinbra y bolber a conponer los serones que se rompieron, costó todo veinttinuebe relaes y medio Se gastaron en dicha obra dos mill cinetto y ochenta ladrichos y costaron a siette reles y medio el ciento, que importtan por maior ziento y sesenta y zinco reales de vellón.

Que dichas partidas componen quinientos y diez y ocho reales de vellón y como diputado para dicha obra, asistió, declaró y puso a Dios y una cruz por ser ziertto y berdadera esta declarazion y que sólo los peones que ban referidos an sido los que ban pagados porque todos los demás se han dado por los vezinos de esta villa y las maderas para la cinbra y lo firmé en esta villa de Espiel a diez y ocho de marzo de mill y settecientos quarenta y nuebe años. que justificó aber gastado en hazer una caleras para la dicha obra de la dicha puente en esta forma: los noventa y ocho, de quarenta y nuebe peones asi de el nuestro de hazer la calera y quemarlas como de los que aiudaron a este, siete reales que costaron las sogas para traer la leña cortada y los ziento beinte y tres restantes del gasto de comida que hizo con los referidos peones y otros de los que cortaron la leña y el monte que trabajaron boluntariamente y por ser pobres fue nezesario mantenerlos”

La Sierra del Castillo, Guardiana del Guadiato

Desde que los primeros pobladores de estas tierras se asentaron al abrigo de sus paredes en la Edad del Cobre (IV milenio a.C.), la Sierra del Castillo, gracias a su emplazamiento privilegiado desde el que se controla un buen tramo del valle del Guadiato, ha visto pasar a todas las civilizaciones posteriores. A sus pies los romanos construyeron una de las vías de comunicación más importantes de la antigüedad, la vía Córduba Emérita, que unía a estas dos capitales de provincia romana y que luego utilizarían los mozárabes cuando huyeron desde Córdoba al Reino de León (camino mozárabe legítimo a Santiago). La ocupación musulmana dejó constancia de su presencia con la construcción en el punto más alto de la sierra (cota 767 m) de un castillo de época almohade s. XII. La Sierra del Castillo también contempló desde sus atalayas como nació uno de los primeros ferrocarriles de Andalucía, en la década de 1870, para dar salida al carbón de la cuenca del Guadiato.

En 2011 se hallaron en una cueva de Peña Redonda unas pinturas rupestres en las que destacan unas representaciones baculiformes que las convierten en un caso muy especial dentro del arte rupestre esquemático del sur de Iberia.

La Sierra del Castillo, Paraíso de la escalada

La calidad de su roca caliza y del equipamiento de sus vías, unido a un clima privilegiado en los meses más fríos, convierten a la Sierra del Castillo en uno de los referentes de la mitad sur de la Península Ibérica para la práctica de este deporte. Cuenta con 350 vías de escalada deportiva y casi 50 de escalada clásica, que van desde los 10 a los 120 metros, y que presentan una gran amplitud de grados de dificultad, en los que destacan los grados fáciles y medios, aunque también los hay de gran nivel.

Es una zona de escalada fundamentalmente técnica, aunque en algunas vías cortas la escalada se puede considerar explosiva. La escalada discurre generalmente por placas verticales, aunque existen también vías de desplome y algún pequeño techo.

Además, la sierra presenta una interesantísima oferta de cuevas y simas para la práctica de la espeleología, así como diversas rutas de senderismo que permiten conocer un enclave mágico.

Galería de imágenes

Cómo llegar

Salimos de córdoba por la salida CO-31 y nos incorporamos a la carretera nacional N-432 dirección Badajoz. Tras pasar el PK221 tomamos la salida 219, posteriormente tomamos la dirección del Polígono Industrial El Caño 1 a través de la CO-4440. Pasada la desviación del Polígono Industrial El Caño 1, tomamos la dirección de la estación de Espiel(anituga)/albergue municipal(actual) y llegamos al inicio de la ruta.

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